El Presidente Obama ha aprobado un programa que permite a varios miles de niños de países de Centroamérica solicitar refugio en los Estados Unidos (EEUU), suministrando de esta manera un camino legal para que algunos de ellos se unan a familiares que ya viven en los EEUU.
El programa está destinado a ayudar a disuadir a los niños de hacer un viaje largo y peligroso, a través de México, en un intento de cruzar ilegalmente a los EEUU y unirse a sus padres. La idea fue presentada originalmente por el Presidente Obama durante la crisis en la frontera este último verano, cuando decenas de miles de niños de El Salvador, Guatemala, y Honduras ingresaban por la frontera con México y se presentaban ante los agentes de las patrullas aduaneras estadounidenses como refugiados porque huían de violaciones y persecuciones por las gangas.
El aumento de flujo ilegal de niños por la frontera levantó una gran preocupación en los EEUU porque el viaje a través de México era a veces más peligroso que las duras condiciones de las cuales los niños se estaban escapando. Asimismo, políticamente, las imágenes de centros de control de fronteras desbordadas de niños solitarios también provocaron una reacción negativa contra la inmigración ilegal a través del país.
Según reportes oficiales el número de niños que cruza la frontera ha disminuido en los últimos dos meses, pero oficiales de la Casa Blanca han admitido que este nuevo programa de refugiados ayudaría a contener todavía más ese flujo. Esta conclusión es basada en que el programa proporcionaría a los niños una manera segura de determinar si son elegibles para ser refugiados sin dejar sus países de origen. Según el Departamento de Seguridad Interna de los EEUU ("DHS" por su siglas en ingles) en junio, más de 10.000 niños cruzaron la frontera de EEUU ilegalmente; pero en agosto, ese número había disminuido a apenas más de 3000 niños.
«Estamos estableciendo un procesamiento de refugiados en el país para proporcionar una alternativa segura, legal y ordenada al peligroso viaje que los niños están llevando a cabo actualmente para unirse a parientes en los Estados Unidos,» dijo Shawn Turner, portavoz de la Casa Blanca. «Estos programas no serán un camino para que los niños se unan a familiares indocumentados en los Estados Unidos.»
Los críticos han advertido de que el nuevo programa de refugiados podría ser contraproducente y estimular a que más inmigrantes intenten cruzar a los EEUU ilegalmente, en un momento en que el país lucha por decidir una reforma migratoria para tratar con los millones de personas que ya se han establecido aquí. Los críticos también indican que es imposible que este programa funcione debido a la alta tasa de corrupción, persecución, violencia y falta de privacidad en los países de Centroamérica. Por ejemplo, en muchos de estos casos los niños estarían arriesgando sus vidas con el solo hecho de acercarse a la Embajada o Consulado de los EEUU cuando vayan a pedir la solicitud de refugiado. Finalmente los críticos también se oponen a este programa ya que viola los estatutos de asilo que actualmente se utilizan, que específicamente indican que las personas que buscan asilo pueden venir a los EEUU y solicitarlo apenas cruzan nuestras fronteras.
La administración del Presidente Obama ha indicado que el número total de visas para refugiados (actualmente 70,000) que el gobierno otorga anualmente no será incrementado. Lo que si han aclarado, en un memorándum al Departamento de Estado, es que 4000 de los 70.000 visados de refugiado deberán destinarse a personas de Latinoamérica y el Caribe.
Las leyes de inmigración en los EEUU definen a los refugiados como gente que huye de su país de origen basándose en miedos de persecución por motivo de raza, religión, nacionalidad, opinión política o pertenencia a un grupo social determinado. Según esta definición legal, la única categoría en las que los niños podrían ser incluidos como refugiados es la clasificación de «grupo social» - es decir, que los niños podrían considerarse un grupo vulnerable en peligro por el crimen y la violencia en sus países.
Fuentes oficiales también informaron que se establecerán centros en El Salvador, Guatemala y Honduras. Pero admitieron que todavía se está trabajando en «varios parámetros del programa». Esto podría ayudar a determinar la edad que deberían tener los niños solicitantes y también las circunstancias específicas de persecución a las cuales se están enfrentando.
La idea de establecer un centro de procesamiento de refugiados en otros países no es nueva, aunque nunca se ha llevado a cabo en países desde los que se puede llegar por tierra a los EEUU. En los años noventa se pusieron en marcha planes similares en Haití, y durante la guerra de Vietnam también muchos vietnamitas buscaron convertirse en refugiados en los EEUU. En ambos casos, los oficiales americanos habían buscado ofrecer alternativas a los peligrosos viajes en barco.
Los defensores de los derechos humanos llevan tiempo alabando esta idea que ahora propone la administración del Presidente Obama, diciendo que el plan ayudaría a proteger a los niños que se están enfrentando a ser expuestos a ultrajes e incluso hasta la muerte a manos de bandas traficantes de drogas que se han convertido en dueños de varias partes de Centroamérica.
En el memorándum al Departamento de Estado, el Presidente Obama también dijo que personas de Cuba, Eurasia y los Países Bálticos e Iraq podrían también ser elegibles para convertirse en refugiados en los EEUU. Pero, por ahora, el gobierno no establecerá el procesamiento en esas zonas del mundo.
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